La ocupación de viviendas deshabitadas o de locales sin actividad por parte de okupas sigue siendo una amenaza real en Getxo.

El Ayuntamiento ha confirmado al Diario digital de Getxo que un ciudadano okupa accedió a un local comercial cerrado junto al número 11 de la calle Paulino Mendívil de Las Arenas aunque «abandonó el local en cuanto le fue solicitado».

Fue el pasado lunes 21 de marzo cuando la Ertzaintza realizó una comprobación por posible ocupación y la patrulla encontró a una persona en el interior. Cuando fue descubierto este ciudadano recogió sus enseres y abandonó el lugar, según ha informado la Ertzaintza al Diario digital de Getxo. Sobre esta ocupación no se ha presentado denuncia hasta la fecha.

Por otro lado, con respecto al edificio del restaurante Ugartena en Algorta, si bien no existe denuncia en la Policía Local ni en la Ertzaintza por ocupación de inmueble, algunos comerciantes y vecinos de la zona ya han advertido de movimientos sospechosos de personas en la parte trasera del edificio. De hecho, la alarma entre los residentes ha ocasionado que la Ertzaintza y la Policía local se hayan presentado en el lugar en varias ocasiones. Así mismo, existe un atestado abierto por daños en la puerta.

Durante los últimos años han sido numerosos los capítulos de ocupacion en el municipio de Getxo. En enero de 2020 los okupas que accedían al edificio del antiguo Hotel Maitena -cerrado desde noviembre del 2016- provocaron un incendio en un colchón que alarmó a los vecinos.

En el año 2015, antes de su reforma, la conocida como «Casa de la Alcaldesa» también fue habitada por personas aprovechando el estado del abandono del inmueble.

La emblemática Cafetería Usategui tambien fue ocupada por personas que llegaron a provocar varios incendios en el local que cerró sus puertas al público en octubre de 2015. Una situación que generaba inseguridad entre los vecinos de la zona.

Si bien los casos mencionados se tratan de ocupaciones de inmuebles por parte de personas «sin techo», también se han producido ocupaciones por parte de jóvenes, mayormente próximos a la izquierda abertzale, que defienden el Movimiento Okupa.

Ocurrió por ejemplo con los pabellones de Errekagane que finalmente acabaron siendo pasto de las llamas, con el euskaltegi de Romo o con en el edificio ruinoso situado en el número 11 de la calle Sarrikobaso de Algorta.

Años atrás -2005- también fue objetivo de los okupas el inmueble situado junto al edificio municipal de la calle San Martín donde jóvenes de la izquierda abertzale quisieron apropiarse para convertirlo en un Gaztetxe.

Para concluir, y aunque no tenga nada que ver con los casos relatados, muchos nos acordamos de los okupas que metió uno de los antiguos propietarios de la Casa Tangora de Neguri en dicho inmueble convirtiéndose en uno de los primeros casos de acoso inmobiliario de toda España. Este hecho tuvo lugar en el año 2003 cuando decidió alquilar el piso por un euro al mes a una familia de etnia gitana que se encargó de hacer la vida imposible a los residentes del edificio con la finalidad de que vendieran sus casas y hacerse con todo el inmueble.