CARTA AL DIRECTOR

Hoy leo una noticia del Ayuntamiento con un montón de dinero en inversiones varias y pienso… hasta aquí la propaganda, pero la gente merece saber ciertas situaciones que creo que no les gustarían.

La cara B es la siguiente: leo esto…y me quedo ojiplática con la situación que tienen nuestros mayores y que estoy viviendo en primera persona. No tenemos mucho tiempo para que la gente del pueblo sepa qué se hace y también qué no se hace y debería con su dinero. Es acojonante el despilfarro en Getxo Kirolak mientras la residencia municipal de Getxo cuenta con dos trabajadoras de terapia ocupacional que trabajan dos horas al día para 80 personas (y se eliminarán sus puestos de trabajo en mayo tras 9 años). Incluso, tras el aislamiento de la pandemia se van a la calle. El sueldo es de 7.000 euros al año, 500 euros al mes y hablan de cifras de miles y millones de euros cuando están en el ratio mínimo y reducen la atención licitación tras licitación.

A los responsables políticos se les debería caer la cara de vergüenza, pero no se les cae porque la gente no lo sabe. Hablan de semejantes cantidades cuando por 20.000 euros podríamos tener empleados estables con tiempo suficiente y cuidar a las personas mayores de nuestro pueblo de verdad. No para figurar en el Getxo Berri en el que posan todos cuando llegan los reyes sin saber como se llama una de esas personas a las que les dais el regalo.  ¿Estas son las prioridades del pnv? ¿ser o parecer?

El año pasado 500.000 euros en una revista para combatir la soledad de los mayores, pero la realidad es: 2 horas y 500 euros para 2 trabajadores subcontratados que realmente combaten la soledad de más de 80 mayores.

Si tuvieran conciencia y les pusieran rostro, les pesaría.

Con lo que se sube el sueldo la alcaldesa nada más aterrizar se cubren cosas vitales de personas con nombres y apellidos, y se mantienen puestos de trabajo que os aseguro que hacen mayor bien y son más necesarios que 500.000 euros en infraestructuras varias… que se dice fácil como si no fuera nada.

¡Pena que no haya prensa masiva ni pueblo que os saque los colores! Os hablaré de las personas con las que trabajo porque para los que los conocemos, que nos encariñamos, que nos pusimos las protecciones para seguir cogiéndoles de la mano y que nos aislamos de los nuestros para ir allí con toda la seguridad posible a los que con toda la impotencia intentábamos mandarles aunque fueran cartas, son las que ellos reconocen y necesitan, en las que se apoyan y les ayudan y estimulan por las mañanas con el poco tiempo que pueden, quienes les sostienen la mano y a quienes les expresan su soledad o lo que echan de menos o sus recuerdos.

Mientras, en los despachos se piensa poco en aquellos a quienes no se conoce, a quienes no se tiene cariño, de quienes no se ha sentido su muerte por la pandemia y no se protege a los que no tienen voz.

Mi problema no es ya perder mi puesto de trabajo. Solo pido que compartáis esto para que la atención no baje cada año más.

Se habla de la salud mental pero no debe ser para ellos. Están solos, tristes y se relacionan poco. Si la pandemia ha sido dura para otros imaginároslo allí. Hasta hace poco ni podían salir. A veces necesitan un juego, a veces hablar y a veces una mano. Somos tituladas superiores en cargos que no nos corresponden pero el problema no es ese. Es que cuando miras a la cara a esa gente y los ves cada día desearías poder hacer más en las dos horas que tienes y ahora se las quitan sin aviso y sin explicación. Algún día si tenemos suerte todos seremos mayores. Creo que si algo ha demostrado la pandemia es que sobra gente de sillón y despacho y falta el que te agarra de la mano. No se lo merecen.

Si el pueblo no lo difunde, no se indigna, no lo protesta… ellos no tendrán voz. Así que os pido que me ayudéis a compartirlo, porque a veces solo la presión popular puede hacer que las cosas se replanteen para mejor y que pongamos la vida en el centro, que además es barato pero real y efectivo. Muchas gracias por compartirlo. Por mí y por ellos.