Editorial

En el día de ayer se conoció el histórico pacto presupuestario entre el PP y las formaciones del gobierno local -PNV y socialistas- que permitirá poner en marcha propuestas muy importantes y beneficiosas para Getxo. Solo las personas ciegas de odio y aguafiestas pueden no celebrar este acuerdo. Les hablo de personas que priorizan su odio al Partido Popular antes que el bienestar del municipio. Y es que dicho pacto presupuestario incluye un gran número de aportaciones de los populares que el PNV y los socialistas por fin han aceptado.

Entre ellas destacan la implantación de nuevos aseos públicos y la reforma de los existentes, un parque para perros sueltos, la reforma de la antigua estación de Neguri, la colocación de contenedores más accesibles -tras la metedura de pata del Equipo de Gobierno de escoger un modelo sin pedal- o la reforma de la plaza Estación de Las Arenas y el de los frontones de Fadura.

No voy siquiera a esforzarme en tratar convencer a ningún ciego sectario de las bondades de este acuerdo porque su mente limitada no le permitirá procesar ni analizar ninguno de los argumentos desde el momento en que oiga que las siglas del PP aparecen en el centro de este acuerdo.

Algunas de esas mentes limitadas consideran que este pacto se ha cocido en Madrid en un ejercicio de intercambio de cromos entre PNV y PP. En caso de que fuera así, ¿qué problema hay?. Las propuestas acordadas son las que son. Y las apoye quien las apoye son propuestas que demanda la ciudadanía de Getxo desde hace tiempo y muy positivas para el municipio. Por supuesto que quedan muchos temas pendientes por resolver y que no se recogen en ese acuerdo, pero eso no debiera de convertirse en excusa para atacar este pacto que conlleva propuestas tan interesantes como una línea de ayudas para personas celiacas, un simulador de ayudas sociales, códigos de búsqueda QR para personas mayores o la colocación de elementos de señalización en los bidegorris.

Lamentable es también la actitud de algunas formaciones de nueva creación que, lejos de preocuparse por el bienestar y la mejora del municipio, buscan a toda costa diferenciarse del PP para rascar unos pocos votos, priorizando sus intereses de partido, conocedores de que solo queda un año para las elecciones municipales.

Y qué decir de Eh Bildu y Podemos que se oponen a este acuerdo escenificando una rabieta de adolescente al no introducir en él nada sobre el conflicto existente actualmente con el Hogar de Jubilados de Romo. Es una postura cómoda con el objetivo de ganarse la confianza de ese colectivo y de remarcar su carácter de oposición al Gobierno municipal. El problema está en que estas formaciones, desde esa posición frentista, todavía no han conseguido nada de lo que prometieron a su electorado. Guk -coalición que incluye a Podemos- obtuvo hasta 4 concejales con la promesa de que en el momento en que llegasen al Ayuntamiento se produciría un gran cambio. Por su parte, EH Bildu no consigue que el Equipo de Gobierno destine ayudas a los familiares de presos etarras gracias al PP.

Para la próxima vez, el electorado de estas dos formaciones -suponiendo que haya aprendido- no se dejará engañar tan fácilmente. Porque si a la primera te engañan será culpa suya, pero a la segunda será culpa tuya.

No hay duda que en esta ocasión el tanto se lo ha anotado el PP que ha sabido desde la oposición incluir en el plan presupuestario aportaciones interesantísimas para el municipio.

Director Diario digital de Getxo