Especies tales como el verdecillo, tarabilla común, jilguero, mirlo, escribano soteño, zarcero común, curruca capirotada, curruca cabecinegra y chochín. Además, una pareja de cernícalo vulgar, especie que también nidificaba en este tramo hace años, ha vuelto a recolonizar esta zona, al no encontrar molestias durante el acondicionamiento de su nido y posterior incubación de los huevos

El proyecto de recuperación de los brezales atlánticos que acomete el Ayuntamiento en La Galea ha posibilitado el regreso de varias especies de pájaros que hacía años no se observaban en las zonas donde se localiza dicho ecosistema, según ha informado el consistorio en una nota. Así, aprovechando rápidamente la tranquilidad del área protegida del interior del perímetro vallado, han comenzado a reproducirse varias especies de aves (que han sido detectadas durante las labores de seguimiento de la primavera), que hacía tiempo que no se avistaban por la zona.

Especies tales como el verdecillo, tarabilla común, jilguero, mirlo, escribano soteño, zarcero común, curruca capirotada, curruca cabecinegra y chochín. Además, una pareja de cernícalo vulgar, especie que también nidificaba en este tramo hace años, ha vuelto a recolonizar esta zona, al no encontrar molestias durante el acondicionamiento de su nido y posterior incubación de los huevos. Los seguimientos de avifauna indicadora realizados por las y los técnicos medioambientales, posteriores a la primera fase del proyecto de recuperación, están dando, por tanto, unos resultados satisfactorios durante un primer período reproductor de estos pájaros.

El brezal atlántico es un ecosistema que, por muy escaso o muy alterado que esté en nuestro Territorio Histórico por causa de la acción humana y los procesos erosivos, está considerado como uno de los prioritarios a conservar y recuperar en Europa. Por tal motivo, el Ayuntamiento de Getxo, en colaboración con la Fundación Lurgaia, puso en marcha el pasado otoño un plan piloto para mejorar y proteger el ecosistema de los brezales costeros existentes entre la playa de Azkorri-Gorrondatxe y Punta Galea. En el marco de dicho plan, se vallaron de forma experimental dos áreas en las que el tránsito de personas está alterando de forma evidente este ecosistema. Ambos tramos -uno en las inmediaciones del parking de Azkorri, circular y de unos 350m de perímetro, y el otro en las inmediaciones de Punta Alpenarri, junto a la cala de Tunel Boka, un cerramiento lineal de alrededor de 800m- se delimitaron como áreas de exclusión con el objetivo de fortalecer los espacios erosionados con plantaciones de brezo (Erica vagans) y que la vegetación recolonice de forma natural.

“El municipio, a pesar de su naturaleza eminentemente urbana, posee también unos espacios o ámbitos naturales de gran interés que el Ayuntamiento se esfuerza en proteger; además de La Galea y Azkorri, son importantes a estos efectos el humedal de Bolue y todo el entorno fluvial del río Gobela. Dedicamos a la conservación, cuidado y vigilancia de estos entornos una parte considerable de nuestro presupuesto”, ha indicado el concejal de Medio Ambiente, José Luis Landa.