El Gobierno de Getxo ha tratado de minimizar y quitar importancia a la existencia de pandillas juveniles conflictivas en el municipio empleando toda su artillería de comunicación y escudándose en calificar estas informaciones de “rumores y desinformaciones”.

Con el fin de seguir vendiendo al exterior la imagen de municipio seguro ha comenzado explicando que “la policía local, junto con la Ertzaintza realizan diariamente tareas de vigilancia para preservar la convivencia de los diferentes grupos de personas en todas las zonas del municipio”. Esto sería creíble si no fuese por la tremenda descoodinación existente entre ambos cuerpos policiales, denunciado por sindicatos y agentes policiales.

La nota del Ayuntamiento recoge las palabras del Alcalde de Getxo, Imanol Landa, que “Getxo es un municipio seguro” gracias al trabajo “conjunto y coordinado desarrollado por la Policía Local y la Ertzaintza” y que “así lo perciben nuestros ciudadanos y ciudadanas, conforme a los datos derivados de las encuestas de satisfacción de los últimos años”.

Pero una mentira no se convierte en verdad por mucho que se repita. Algunos sucesos del último año dejan en evidencia que ese “trabajo conjunto entre agentes municipales y policía autonómica” es irreal.

Posteriormente, el Equipo de Gobierno ha asegurado que “no existen datos objetivos constatados que confirmen esta supuesta inseguridad”. Una conclusión a la que el consistorio habría llegado, según informa en la nota, gracias a la “intensificación de tareas de vigilancia en lugares y horarios donde pudieran suceder conflictos entre jóvenes”. Sin embargo, el responsable de la Policía local reconoció en la última Comisión del Ayuntamiento que, aunque no había denuncias como tales, sí existían incidentes y llamadas.

Para ocultar una realidad tan grave como la existencia de estos grupos que asustan y atemorizan a otros menores del municipio, el Gobierno de Getxo se escuda en que “no se debe olvidar la condición de menores” de las personas que componen la “Juntilla Mala” y “los derechos que les amparan, en aras de preservar su protección”. “El hecho de que se difunda su imagen por redes y medios de comunicación puede provocarles un daño, irreparable a futuro” ha proseguido el Ayuntamiento.

La publicación de la nacionalidad y la estética de las personas que conforman este grupo conflictivo es otra de las cosas que ha criticado el consistorio. “La mencionada inquietud parece ser que ha sido provocada por ciertas actuaciones de algunos jóvenes de una estética determinada. Estas circunstancias ha generado la circulación de rumores, alentados e impulsados por un uso irresponsable de las redes sociales. Este Ayuntamiento trabaja activamente desde hace años por contrarrestar y eliminar los rumores, estereotipos y prejuicios, que perjudican la convivencia y cohesión social” ha añadido.