El policía prohibe el acceso de un vehículo a Ereaga para recoger a una persona mayor cuya movilidad era limitada.

 Agente

20:10 de la tarde de este martes 30 de julio. Un agente de la policía local de Getxo prohibe el paso de un conductor que se dispone a recoger a una persona mayor con movilidad reducida al bar «La Terraza» de la playa de Ereaga.

La guardia urbana había cortado a las 19h. de la tarde la entrada al tráfico rodado desde la rotonda situada a la altura del Hotel Igeretxe hacia el Puerto Viejo con motivo de la bajada tradicional de las fiestas de San Ignacio. Hasta ahí todo normal. Sin embargo, el problema llegaba cuando el agente encargado de custodiar la zona prohibía el acceso a todo vehículo sin tener en cuenta las situaciones excepcionales de algunas personas y sin mostrarse dispuesto a buscar una solución.

«El agente no se negó únicamente a que accediera con mi vehículo a la zona donde debía recoger a una señora de movilidad reducida sino que también rechazó las soluciones y alternativas que le propuse» ha denunciado el conductor afectado. «Le pedí por ejemplo poder dejar el vehículo dos minutos en una esquina de la misma rotonda sin que repercutiera al tráfico, pero no aceptó» ha lamentado el vecino.

Falta de sensibilidad y chulería

Debido a las complicaciones surgidas para recoger a la señora, el conductor tuvo que pedir a la afectada por teléfono «que hiciera un esfuerzo y se acercara a la rotonda del Igeretxe por su propio pie para poder recogerla y que cuando llegara me esperara porque tuve que volver a salir y entrar nuevamente».

Cuando el conductor llegó de nuevo a la rotonda del Igeretxe, el conductor paró junto al bidegorri el tiempo justo para que la señora montase en el coche con la consiguiente preocupación de que el agente le pusiera una multa por desobediencia. «Al momento vi al municipal anotar mi matrícula con toda su chulería a pesar de haber visto que una señora mayor estaba montándose en el vehículo». La fotografía que acompaña esta noticia es el momento en que el agente se dispone a tomar nota de la matrícula del vehículo. Una fotografía que el conductor realizó con el coche parado mientras la señora con escasa movilidad subía al coche y «con el fin de desenmascarar al agente de la imagen cuya sensibilidad, cercanía y solidaridad quedó en entredicho» según el conductor.