En su programa electoral para las elecciones de 2019 la alcaldesa de Getxo Amaia Aguirre prometió a la ciudadanía la construcción de «un nuevo parking en altura entre la C/ Santa Eugenia y la trasera de C/ Ibaigane con unas 220 plazas».

Sin embargo, cuatro años después de aquella promesa la realidad es que, no solo no se ha construido dicho parking sino que además el Equipo de Gobierno ha eliminado más de 200 plazas de estacionamiento del centro de Las Arenas.

La desaparición de todas esas plazas en superficie de la zona de la calle Mayor, Zalama, Zugazarte, las proximidades de la Iglesia de Las Mercedes, etc. ha sido una decisión del Gobierno municipal que ha enfadado a muchos ciudadanos que critican que la alcaldesa no haya cumplido con su promesa de construir el parking para paliar la eliminación de plazas de aparcamiento.

Lamentablemente no es el único punto de su programa electoral donde la nieta de Lehendakari Aguirre ha demostrado no tener palabra. Hace 4 años Amaia Aguirre se presentó a la ciudadanía con otra promesa electoral que decía que iba «urbanizar la nueva plaza con zona de juegos infantiles en Iturribarri». Sin embargo, dicha explanada sigue sin urbanizarse y sin columpios para niños convirtiéndose en un aparcamiento improvisado en fechas señaladas.

La Alcaldesa también prometió en el año 2019 «desarrollar el corredor ecológico del río Gobela que desembocará en el diseño del parque fluvial en Zubilleta» y nada de eso se ha hecho a pesar de que los populares llevan varias legislaturas reclamándolo. De hecho, fue en el 2014 cuando el PP logró que el Pleno municipal aprobara la creación de un gran parque inundable en Zubilleta a pesar de la abstención del PNV y el voto en contra de Bildu. Que la moción aprobada por el Pleno municipal no sea ejecutada por el Gobierno municipal no nos sorprende es un proceder al que el PNV nos tiene acostumbrados históricamente alegando «que las mociones aprobadas tiene carácter meramente testimonial y no ejecutivo». Sin embargo, lo que resulta llamativo es que la alcaldesa ni siquiera cumpla con su «palabra de vasca». Su abuelo estará revolviéndose en la tumba.

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