La concejal socialista en el Ayuntamiento de Getxo, Asunción Olaeta Pérez de Mendiola, mostró su disconformidad con el discurso de la Portavoz de su Partido en el municipio, Carmen Díaz, durante el debate de la moción del PP para instalar placas por cada una de las 19 víctimas mortales en la localidad.

Díaz hizo mención en repetidas ocasiones a «todas las víctimas» incluyendo y mezclando a todas las víctimas de «ETA, los GAL así como de las fuerzas de seguridad en periodo pre-democrático», a pesar de que la moción de la populares hacía mención expresamente a instalar placas en las calles de Getxo en recuerdo y por la memoria de las 19 personas asesinadas en la localidad por la banda terrorista.

Esa mezcla y ese «totum revolutum» de víctimas fue lo que llevó a la socialista, Asunción Olaeta, a pedir al palabra al término del pleno durante el turno de ruegos y preguntas para dejar patente su desacuerdo con las palabras de la Portavoz de su partido en el municipio.

Olaeta es viuda del histórico socialista Joseba Markaida que falleció en septiembre de 2018 de forma repentina. Markaida fue concejal de Getxo entre 1999 y 2003, y de Berango de 2003 a 2015. Así mismo, fue fundador de la asociación Zaitu, contra la violencia de persecución de ETA, y sufrió varios ataques con cócteles molotov en el caserío donde residía. En uno de ellos, en 2001, resultaron heridos su mujer y su hijo.

Desde el PP, el concejal Javier Elorza reprochó al resto de formaciones políticas -fundamentalmente al PNV y EH Bildu que votaron en contra de instalar dichas placas- «que se pretenda invocar el mismo reconocimiento para quien era terrorista o amparaba y justificaba el terrorismo con el reconocimiento a las víctimas inocentes no es justo ni ecuánime».

«Siendo ambas violencias intolerables nunca podrán ser equiparables ni equidistantes y desde luego su reconocimiento no puede ser igual. Distingamos entre los que asesinaban porque querían conseguir por armas lo que no conseguían por las urnas -y por tanto subvertir el resultado de la democracia-, de aquellos que en el celo de hacer respetar el Estado de Derecho se excedieron y lo violentaron. Son actuaciones rechazables y condenables pero distintas y por ello las víctimas son cualitativamente distintas» explicó Elorza (PP de Getxo).

«Independiente del autor de la muerte o asesinato, ¿es lo mismo una víctima inocente que una víctima no inocente? Intentar equiparar a la víctima inocente con la no inocente es igualar a la víctima con su verdugo y eso no es tolerable en democracia» concluyó el edil del PP.