La policía abandono el lugar tras verse desbordaba al ser rodeada por un numeroso grupo de jóvenes violentos. Sin embargo, el Ayuntamiento sigue queriendo dar síntoma de normalidad diciendo que los cuerpos policiales se marcharon «una vez cargado el reproductor musical confiscado y dado que estaba solventado el problema de las molestias a los vecinos». Tras la espantada de la policía y ante la ausencia de la misma, los jóvenes decidieron cortar la calle, no dejando realizar su trabajo a los repartidores, golpearon autobuses y se sentaron en el suelo impidiendo a los servicios de limpieza realizar sus tareas con normalidad. Asimismo, volcaron contenedores y dañaron algunos vehículos estacionado.

La confiscación de un carrito que contenía un aparato reproductor de música con altavoces por parte de la policía local de Getxo es lo que provocó el altercado que tuvo lugar en la madrugada del sábado al domingo durante las fiestas de Algorta. Dicho aparato estaba siendo utilizado para difundir música a todo volumen por las calles cuando las verbenas ya habían finalizado y por lo tanto no podía haber música. Tras confiscarse el mismo en la Avenida Basagoiti, a la altura de la plaza San Nicolás, los agentes municipales decidieron desmontar el aparato en el cruce entre Telletxe y la Avenida de Algorta con intención de introducirlo en la furgoneta policial. Pero fue en ese momento cuando los vecinos de la zona comenzaron a sentir el escándalo proveniente del exterior.

La policía abandono el lugar tras verse desbordaba. Sin embargo, el Ayuntamiento sigue queriendo dar síntoma de normalidad diciendo que los cuerpos policiales se marcharon una vez cargado el reproductor musical y dado que estaba solventado el problema de las molestias a los vecinos.

Cuatro coches de los municipales, dos de la ertzaintza y una furgoneta municipal llegaban a dicha intersección. Y fue en ese momento cuando los jóvenes fueron congregándose en las inmediaciones rodeando a la policía.

Aunque el Ayuntamiento de Getxo ha difundido una nota informado que «una vez cargado el carrito y dado que estaba solventado el problema de las molestias que se habían creado al vecindario y con el fin de evitar enfrentamientos, los agentes policiales optaron por abandonar el lugar y trasladaron el aparato confiscado a la comisaria», lo cierto es que la policía se vio desbordada por la violencia de los jóvenes.

En las imágenes del incidente grabadas por vecinos de la zona se escuchan gritos como «utzi bakean -dejadnos en paz» o «para ser municipal hay que ser subnormal». Incluso hubo personas que llegaron a lanzarles vidrios de litronas.

Tras la espantada de la policía los jóvenes comenzaron a volcar contenedores y dañar algunos vehículos estacionados en la zona. Asimismo, ante la ausencia policial, los jóvenes decidieron cortar la calle, no dejando realizar su trabajo a los repartidores, golpearon autobuses y se sentaron en el suelo impidiendo a los servicios de limpieza realizar sus tareas con normalidad. De hecho, una vecina de la zona ha informado a este medio que «llamé -a la policía- porque no dejaban pasar a un repartidor y me dijeron que no podían hacer nada desde las 5:00 más o menos hasta las 8:00».