EDITORIAL

El Ayuntamiento ha colgado en cada portal del municipio una hoja informativa explicando que desde el 16 de abril «personal acreditado» visitará comunidades de vecinos para detectar viviendas deshabitadas y crear un censo. Profundizando un poco encontramos en la página web municipal que para ello se considera «primordial la colaboración de la ciudadanía». En otra palabras, el Ayuntamiento llama a los ciudadanos a practicar la delación y el «chivateo» si son conocedores de la existencia de pisos vacíos en su comunidad.

Este hecho está generando malestar e indignación en algunos vecinos que ya han pedido romper dichas hojas informativas y no colaborar con estas sucias prácticas del ayuntamiento que solo buscan criminalizan a propietarios.

Aunque según el Ayuntamiento se trata de una manera de conocer los motivos de dicha desocupación con el fin de analizar la implantación de diferentes medidas para favorecer la salida al mercado de dichas viviendas, lo cierto es que la técnica empleada es repugnante.

Realmente sorprende que una institución como el Ayuntamiento esté promoviendo estas técnicas. ¿Quién confirma que el vecino delatador conoce los motivos reales de la desocupación de la vivienda? ¿Qué ocurre si el chivato habla solo de oidas? ¿Qué pasa si el delatador aprovecha la ocasión para vengarse del vecino por posibles rencillas del pasado? Es obvio que las futuras medidas del ayuntamiento para favorecer la salida al mercado de las casas desocupadas pasarán por incrementar impuestos a aquellos propietarios que pasen a engrosar el mencionado censo.

Si todo vale, qué les parece si nosotros como medio de comunicación solicitamos a la ciudadanía que nos haga llegar fotografías e información de los agentes de policía municipales (a poder ser que nos faciliten su número de agente) que se aprovechan del uniforme para tomarse ciertas licencias absolutamente reprochables y que sus jefes pasan por alto? O por ejemplo ¿qué tal si pedimos a los vecinos de ciertos concejales de la corporación que nos hagan llegar información o fotografías de los mencionados realizando según qué cosas que pudieran ser éticamente reprobables en su día a día.

Como ejemplo, hace unos años, este medio recibio una fotografía de dos agentes de policía local echándose una siesta dentro del coche policial estacionado en un lugar escondido y no lo publicamos porque creemos que no todo vale. Fue un vecino quien captó la imagen desde su ventana. Cierto es que recabar información es perfectamente legal. Otra cosa es el uso y difusión que después le demos.

Esperemos que esta «Gestapo» que va a desplegar el Ayuntamiento de Getxo desde mañana lunes -los encuestadores- reciban un portazo en la cara y que la gente sensata se plante y no acceda a delatar al vecino.