La esperanza de vida de los hombres en Algorta es 9 años mayor que el de Bilbao la Vieja. Es un dato aportado por el economista Imanol Montoya Arroniz, técnico estadístico en el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco, quien ha elaborado una tesis doctoral sobre el impacto que las desigualdades socioeconómicas tienen en la mortalidad.

“Esto quiere decir que en las zonas más desfavorecidas el riesgo de mortalidad es claramente superior a las zonas más favorecidas” ha explicado Montoya. Tal y como apunta en su tesis «Evolución de las desigualdades socioeconómicas en la mortalidad en áreas pequeñas de la Comunidad Autónoma del País Vasco», el riesgo de mortalidad general es un 20% superior si se reside en una zona más desfavorecida.

Estas zonas más desfavorecidas serían, en Vizcaya, la margen izquierda y las secciones del sur de Bilbao (Basurto, Rekalde, Ibaiondo y Begoña). En Guipúzcoa estarían en Pasajes, Renteria, Soraluze y alguna en Hernani y Andoain. Y en Alaba se encuentran algunas zonas de Vitoria: los barrios del Pilar, Zaramaga, Ali-Gobeo, Abetxuko, Casco Viejo y Adurtza; y también en Agurain.

En cuanto a las más favorecidas, en Vizcaya se concentrarían en el centro de Bilbao y Margen Derecha, así como en la zona Plencia-Mungia. En Guipúzcoa estarían en el centro de San Sebastián y en algunas zonas de Zarauz, Irún, Fuenterrabía y Zumaia. Y en Alaba en toda el área sur de Vitoria y en el centro de la ciudad.

Montoya ha estudiado la asociación entre la mortalidad y la privación socioeconómica según el lugar de residencia en dos períodos de tiempo (1996-2001 y 2002-2007) para los hombres y mujeres en las 1.645 secciones censales de la CAPV. Se ha analizado tanto la mortalidad general como las principales causas de mortalidad. El nivel socioeconómico de cada área geográfica ha sido caracterizado usando un índice que tiene en cuenta cinco indicadores socioeconómicos: porcentaje de trabajadores manuales, desempleo, asalariados eventuales, instrucción insuficiente e instrucción insuficiente en jóvenes. Para la estimación de la asociación entre la mortalidad y la privación socioeconómica se han utilizado métodos estadísticos complejos, como son los modelos espaciales que tienen en cuenta la correlación entre áreas geográficas vecinas usando metodología bayesiana.

El estudio ha concluido que en el caso de los hombres hay un promedio de dos fallecimientos diarios atribuibles a las desigualdades sociales en la salud relacionadas con el lugar de residencia.