Hola. Es una vergüenza cómo han dejado la plaza de San Nicolás. Esos bancos de madera, que más que bancos son asesinos de jerséis y pantalones porque están astillados los cantos. Ya me he dejado un jersey y unas medias ahí y un día se me metió una astilla en el dedo… es una vergüenza. Para limpiar uno de ellos tienen que traer un camión con un manguera a presión para sacar toda la basura que se acumula debajo. Muy práctico, sí, funcional. Me pregunto quién fue el lince que diseñó eso.

El edificio de Andrés Isasi brilla, no por su diseño, sino por todo el óxido que está soltando ya y esa madera descascarillada y podrida. Desde luego se han lucido.

Ideal también las escaleras y la barandilla de subida a la parroquia, que ojo, yo pensaba que eran provisionales de lo feas y baratujas que son… pues ya veo que se quedan así. Y por supuesto, reinan los espacios verdes. Unos árboles pochos puestos en un mini agujero es todo lo que vemos verde es una basta explanada de cemento. Y lo mejor, que no podemos hacer nada. Que nos tenemos que aguantar con esa basura, porque no hay otra palabra para definir esto. ¡Menuda vergüenza!

   Vecina de la calle Obispo Echeandia

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