Quiero empezar como no podía ser de otra manera agradeciendo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y también a los escoltas, por su gran labor en la lucha contra el terrorismo.

Han sido y son nuestros ángeles de la guarda, nuestra vida hubiera sido imposible vivirla sin ellos, nuestra vida se habría perdido sino llega a ser por su trabajo y los terroristas sin ellos hubieran cumplido su objetivo de acabar con muchos de nosotros.

José Ramón Morán González tenía 32 años y era natural de La Velilla (León). Estaba casado y tenía una hija de 3 años, Helena. Vivía en Sopelana e ingresó en el Cuerpo en enero de 1965. Anteriormente estuvo destinado en Palma de Mallorca, Torremolinos y Barcelona. Desde abril de 1972 estaba destinado en Guecho como Jefe de Departamento de Expedición de DNI.

Os relato brevemente cómo los terroristas de ETA acabaron con su vida.

Tras bajarse del tren que tomaba todos los días para dirigirse a la comisaria de Getxo, dos asesinos etarras salieron de un vehículo, se le acercaron por la espalda y uno de los terroristas le disparó dos veces desde corta distancia. El etarra se dio a la fuga.

José Ramón fue llevado al puesto de socorro de Getxo donde murió a los pocos minutos.

En su comunicado de reivindicación del atentado desde Burdeos, la banda terrorista ETA dijo que lo habían matado por ser un represor del pueblo vasco.

Cuántos cuerpos presentes de policías y Guardia Civiles se han sacado por detrás de la Iglesia y se les enterraba en la más estricta soledad. Qué sufrimiento han tenido que vivir en silencio, callándose y aguantando insultos y reproches como el famoso y terrible “Algo habrá hecho”. Qué asco, qué terrible. Por este tipo de situaciones me metí en política para que nunca más sucedieran este tipo de hechos dramáticos e injustos, pues cuánto les debemos a estas familias y a estos ángeles de la guarda que es la policía que a tantos nos ha salvado la vida.

Os voy a contar una anécdota. En muchos cuarteles de La Guardia Civil en el País Vasco, los mismos guardias civiles hacían de camarero en el bar del cuartel, esto se hacía para que no hubiera nadie de fuera, por la desconfianza de que fuera algún topo de los terroristas. Lo que han tenido que sufrir estos ángeles de la guarda que son los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado en Getxo y en toda esta preciosa parte de España llamado País Vasco es para estar orgulloso de estos héroes nacionales.

Mientras estos trabajan por nuestra seguridad, desde el Gobierno de la Comunidad Autónoma del País Vasco su Viceconsejero de Seguridad, el nacionalista Josu Zubiaga, hace una macabra diferenciación entre terroristas islámicos y los de ETA.

Según este señor, por llamarle de alguna manera, ETA trataba de «respetar el entorno general» cuando cometía atentados.

Sr. Zubiaga, el terrorismo es terrorismo y ya sabemos que a ustedes, los nacionalistas, les encanta el árbol y las nueces. A mí no, a mí me gusta la libertad, el derecho a la vida, etc.

Sr. Zubiaga, le recuerdo el atentado de Hipercor, la casa cuartel de Vic o el atentado de la T4 de Barajas. ¿Es esto respetar el entorno general Sr. Zubiaga?. Anda ya, respete a las víctimas del terrorismo y haga honor a su cargo y preocúpese de nuestra seguridad. ¿Es tan complicado eso para una mente nacionalista como la suya?.

Una vez más dar las gracias a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por defendernos y salvarme la vida, gracias por estar ahí y por aguantar lo inaguantable.

Josu Zubiaga dimisión. No quiero tener un Viceconsejero de Seguridad en mi tierra que ofenda a las víctimas del terrorismo. Yo siempre con ellas hasta el final de mis días.

José Ramón Moran D.E.P. No dejaremos que se olvide tu memoria