Un vecino de Getxo ha denunciado a través de una carta en nuestra redacción el comportamiento incívico de una pasajera en el metro de Bilbao. Se refiere en concreto a los «improperios y gritos» de una madre a un pasajero que pidió, de forma discreta y educada, que el padre controlara a sus hijos «que estaban gritando a pleno pulmón, sin hacer nada por evitarlo».

Según J.L.H., la mujer le dijo que cogiese un taxi si no quería aguantar a niños y borrachos “en el puto metro”.

CARTA AL DIRECTOR: «Triste espectáculo incívico»

Recientemente fuimos testigos de otro episodio de incivismo en el metro de Bilbao. Un pasajero pidió, de forma discreta y educada, que un padre controlase a sus críos que estaban gritando a pleno pulmón, sin hacer nada por evitarlo, y lo que recibió fue una catarata de improperios y gritos por parte de la madre.

Estoicamente aguantó los gritos y el lenguaje cada vez más soez de la mujer, que le decía que cogiese un taxi si no quería aguantar a niños y borrachos “en el p*** metro”. Como si los demás, o sus propios hijos, fuésemos los responsables de la mala educación dada por sus padres, únicos culpables de lo sucedido.

¿No debería viajar ella en su coche y evitar a los demás pasajeros, que han educado a sus hijos de otra manera, sufrir sus malos modos?

Esto se une a los silbidos y demás soniquetes perennes de los telefonitos, las conversaciones ‘privadas’ en voz alta o los acaparadores de espacio con sus piernas bien abiertas. No cuesta tanto comportarse en sociedad.

J.L.H.